Declaración
conjunta del Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer y del Comité de los Derechos del Niño con motivo del Día
Internacional de la Niña 2021[1]
Las niñas son titulares, sin discriminación, de todos los
derechos consagrados en la Convención sobre los derechos del niño y en la
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la
mujer.
Sin embargo, a nivel mundial, las tres cuartas partes de
los niños en edad de asistir a la escuela primaria que nunca pondrán un pie en
la escuela son niñas; y más del 20 por ciento de las mujeres jóvenes se casan
antes de cumplir los dieciocho años.
La pandemia del Covid-19 ha interrumpido los sistemas
educativos de todo el mundo, privando a casi 1.500 millones de estudiantes del
acceso presencial a las escuelas en casi todos los países. Esta situación corre
el riesgo de comprometer los resultados obtenidos en el ámbito de la educación
de las niñas y afectar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en
particular los relacionados con la reducción de la pobreza, la salud y el
bienestar, la educación de calidad y la igualdad de género.
Dos millones más de casos de mutilación genital femenina
podrían ocurrir durante la próxima década porque el COVID-19 está obligando a
las escuelas a cerrar e interrumpiendo los programas que ayudan a proteger a
las niñas de estas prácticas nocivas.
Las niñas deben poder completar su educación y conseguir acceso
a información y servicios apropiados para su edad, sin discriminación, sin
prejuicios de género y con igualdad de oportunidades para desarrollar su
potencial.
Recientemente, el Secretario General de la ONU, en su documento
“Nuestra Agenda Común”, reconoció que ningún contrato social significativo es
posible sin la participación activa e igualitaria de mujeres y niñas y enfatizó
la necesidad de poner a las mujeres y niñas en el centro de los procesos para
promover paz y prevenir conflictos
Garantizar la participación igualitaria debe comenzar por
las niñas, asegurando el acceso igualitario a educación para las niñas,
empoderándolas y poniendo fin al matrimonio infantil como prioridad.
La educación empodera a las niñas y las dota de
capacidades para reclamar y ejercer derechos civiles, políticos, económicos,
sociales y culturales más amplios, en igualdad de condiciones con los niños en
sus sociedades. La realidad es que las niñas de grupos desfavorecidos y
marginados, incluidas las niñas con discapacidad y las niñas rurales, indígenas
y migrantes, se enfrentan a formas interrelacionadas de discriminación que les
impiden disfrutar de su derecho a la educación.
Las barreras para asistir a la escuela se ven agravadas
por la pobreza y las crisis económicas, la violencia de género contra las niñas
dentro y fuera de la escuela, las restricciones estructurales e ideológicas a
su participación en campos académicos y profesionales dominados por los
hombres, la falta de instalaciones de higiene en las escuelas, el embarazo
temprano, y una carga desproporcionada de responsabilidades domésticas y de
cuidados.
La educación que empodera a las niñas debe ir acompañada
de la erradicación de todas las formas de violencia de género contra las mujeres
y las niñas, que todavía es ampliamente aceptada.
Para lograr la igualdad de género en todos los aspectos
del sistema educativo, las leyes y políticas, el contenido educativo, las
pedagogías y los entornos de aprendizaje deben ser sensibles al género, sensibles
a las necesidades de las niñas y transformadores para todos.
Hacemos un llamado a los Estados para que eliminen la
discriminación contra las niñas en la ley y en la práctica. Es imperativo
abordar las normas sociales y de género que perpetúan las desigualdades y
toleran las violaciones de los derechos de las niñas. Reiteramos el derecho de
las niñas a ser informadas, empoderadas y a que se les briden oportunidades
para que se escuchen sus voces y a participar en pie de igualdad en todos los
procesos de toma de decisiones que las afectan, en sus comunidades y en la
sociedad en general. Cumplir estos objetivos es primordial para el bienestar de
todos.
Antecedentes
El Comité para la eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer supervisa la adhesión de los Estados partes a la Convención
sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer,
tratado que a la fecha cuenta con 189 Estados partes. El Comité está integrado
por 23 miembros que son expertos independientes en derechos humanos procedentes
de todo el mundo y que se desempeñan a título personal y no como representantes
de los Estados partes.
El Comité de los Derechos del Niño supervisa la
adhesión de los Estados partes a la Convención sobre los Derechos del Niño y
sus tres Protocolos facultativos, sobre la participación de niños en los
conflictos armados y la venta de niños, sobre a prostitución infantil y la
utilización de niños en la pornografía y sobre un Procedimiento de Comunicaciones.
Hasta la fecha, la Convención cuenta con 196 Estados partes. El Comité está
integrado por 18 miembros que son expertos independientes en derechos humanos
procedentes de todo el mundo y que actúan a título personal y no como
representantes de los Estados partes.
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