Señor Director:
Es digno de celebrar que el Ejecutivo haya presentado días atrás un proyecto de ley que reforma integralmente el sistema de adopción en Chile. Relevar el derecho de los niños a crecer en un entorno familiar es meritorio. Igualmente encomiable son los aspectos de procedimiento del proyecto, en que se observa el aprendizaje de estos años.
Pero, por otro lado, resulta muy preocupante la forma en que se regula en el proyecto la adoptabilidad de niños con derechos vulnerados. Parece que estuviéramos en otro país, no en uno donde la subvención estatal a los hogares es escuálida y ha obligado al cierre de varios, como el padre Francisco Pereira ha denunciado en estas páginas.
La adopción desempeña un rol subsidiario. Recurrimos a ella cuando hemos hecho todo lo posible en el trabajo con la familia de origen. Eso, en la realidad actual, es una quimera, que exigiría triplicar el monto actual de subvención en los hogares de protección simple y entendemos que nada de eso va a ocurrir en el Presupuesto 2014. Las numerosas causales que el proyecto establece arriesgan aumentar las adopciones sin ninguna garantía de que haya aumentado el trabajo con las familias.
Se precisa, por cierto, una nueva ley que atienda a la realidad de las familias multiproblemáticas de nuestro país y al deficiente trabajo en hogares y residencias dada la baja subvención y los problemas institucionales de Sename. El proyecto actual parece desfasado con esa realidad.
Francisco Estrada
Director Carrera de Derecho
Universidad Autónoma de Chile
Ex director del Sename
Es digno de celebrar que el Ejecutivo haya presentado días atrás un proyecto de ley que reforma integralmente el sistema de adopción en Chile. Relevar el derecho de los niños a crecer en un entorno familiar es meritorio. Igualmente encomiable son los aspectos de procedimiento del proyecto, en que se observa el aprendizaje de estos años.
Pero, por otro lado, resulta muy preocupante la forma en que se regula en el proyecto la adoptabilidad de niños con derechos vulnerados. Parece que estuviéramos en otro país, no en uno donde la subvención estatal a los hogares es escuálida y ha obligado al cierre de varios, como el padre Francisco Pereira ha denunciado en estas páginas.
La adopción desempeña un rol subsidiario. Recurrimos a ella cuando hemos hecho todo lo posible en el trabajo con la familia de origen. Eso, en la realidad actual, es una quimera, que exigiría triplicar el monto actual de subvención en los hogares de protección simple y entendemos que nada de eso va a ocurrir en el Presupuesto 2014. Las numerosas causales que el proyecto establece arriesgan aumentar las adopciones sin ninguna garantía de que haya aumentado el trabajo con las familias.
Se precisa, por cierto, una nueva ley que atienda a la realidad de las familias multiproblemáticas de nuestro país y al deficiente trabajo en hogares y residencias dada la baja subvención y los problemas institucionales de Sename. El proyecto actual parece desfasado con esa realidad.
Francisco Estrada
Director Carrera de Derecho
Universidad Autónoma de Chile
Ex director del Sename
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