Cambios en la familia: repercusiones en la práctica pediátrica, Nelson Vargas C., en Revista chilena de Pediatr{ia, mar. 2001, vol.72, no.2, p.77-80
América Latina, y naturalmente Chile, han experimentado en el curso de los últimos cien años dos transiciones demográficas. Los hechos centrales de la primera de ellas fueron el descenso de la alta mortalidad y de la alta natalidad a valores medios, en una primera etapa, y bajos, en una segunda fase. El hecho central de la segunda son los cambios muy marcados que están ocurriendo en la familia, lo que los hace de alto interés para el ejercicio de la pediatría1. Este artículo pretende entregar información chilena sobre algunos de esos cambios - con datos demográficos e información obtenida de estudios realizados en Santiago metropolitano en los últimos 15 años- y plantear la forma en que ellos afectan el cuidado de los niños y la enseñanza y ejercicio de la pediatría.
Los analistas sociales y demográficos sostienen que las familias de América Latina experimentaron y están experimentando -en proporción variable- al menos cuatro tipos de cambios. Estos serían:
1. Cambios en la formación de las familias. Estos incluyen la postergación del matrimonio; aumento en el número de personas que viven solas; mayor número de uniones consensuales –con incremento de la procreación en estas uniones– y prolongación del tiempo de residencia en la casa paterna (emancipación tardía). Simultáneamente se ha producido un incremento en los nacimientos fuera del matrimonio.
2. Cambios en los patrones de disolución de familias. Estos cambios incluyen un aumento en las tasas de divorcio y separación en las uniones formales y en las consensuales.
3. Cambios en las conductas de reconstitución familiar. Ellos comprenden un crecimiento en la proporción de familias reconstituidas, pero dentro de patrones que apuntan a la cohabitación antes que a un segundo matrimonio y a una mayor proporción de niños que no conviven con ambos padres biológicos.
4. Cambios en el tipo de sistema familiar predominante: disminución del predominio de la familia con proveedor único y aumento de aquella en que ambos integrantes de la pareja trabajan en forma remunerada. Gradualmente surgen otros tipos de familia.
Parte importante de estas variaciones se originaría en una diferente actitud de la mujer. En la realidad actual, esta tiene alternativas ante el alto costo que le significa el antiguo sistema familiar con un solo proveedor: el varón. Las alternativas han surgido como consecuencia de la mejor educación femenina y de la menor dependencia (en general, se admite que la mujer paga un costo alto si se mantiene circunscrita a las tareas domésticas). Otro factor coadyuvante ha sido el desarrollo de la infraestructura de servicios básicos y de tecnología doméstica, que ha aumentado el tiempo libre de la mujer para otras actividades.
La civilización moderna ha aumentado la prioridad que se asigna al individuo y a la realización de proyectos de realización personal versus los proyectos de desarrollo colectivo y ha debilitado el control tradicional ejercido por algunas instituciones tradicionales, como la Iglesia, la comunidad y la red familiar.
Todos estos cambios tienen diferente intensidad y profundidad en los diversos países y muchos de ellos son recientes en América Latina y en Chile.
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