La ilusión de la protección 2024
En abril de 2016 moría la niña Lissette Villa y se
iniciaba un debate país sobre la condición de la niñez supuestamente protegida
por el Estado.
A 8 años, hay nuevas leyes e instituciones pero las
mejoras son pocas, persisten inalterables muchos problemas e incluso hay áreas
en las que hemos empeorado.
Las listas de espera se han hecho parte del paisaje. Muestran
una incapacidad para estimar demanda y su tamaño y duración agravan el daño que
viven quienes han sufrido graves vulneraciones en su desarrollo.
Las residencias mantienen serias dificultades para
trabajar en la reunificación familiar. Y hay semanas o meses en que no hay cupo
en ninguna de la región metropolitana y los niños deben ser ubicados a 2, 3 o 4
regiones de distancia de su familia de origen.
Aunque el nuevo Servicio de Protección partió en octubre
de 2021 aún no publica ningún anuario estadístico, lo que impide conocer a
ciencia cierta su funcionamiento. En vez, entrega unos boletines de cinco
páginas, como si no pesara sobre dicha agencia el deber de publicidad, que
incluso el Comité de Derechos del Niño le reprochó en junio de 2022.
Producto de errores en licitaciones el 2024 probablemente
va a terminar sin que en la región metropolitana se inicie el funcionamiento de
la nueva oferta de diagnóstico, que es apenas la primera de las nuevas líneas
de trabajo.
La ilusión de la protección continúa, aunque ya no en la
primera página de la opinión pública.
Francisco Estrada V.
Abogado. Director ejecutivo Corporación INFAJUS.
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