lunes, 1 de abril de 2019

Reportaje de Tele 13 sobre problemas en peritajes en justicia de familia


Anoche Tele 13 emitió un reportaje sobre los problemas de los peritajes en la justicia de familia. Tuve la oportunidad de ser entrevistado para esta nota.
Son numerosos los problemas del sistema y un estudio diagnóstico de la Dirección de Estudios de la Corte Suprema los corroboran en su totalidad.

Para anotar aquellos que me parecen más preocupantes, dejo un fragmento del capítulo del libro "Infancia vulnerada", publicado el año pasado, en que me refiero a este tema acotado a los DAM.

“En primer lugar, no es posible afirmar que las orientaciones técnicas se estén aplicando por los equipos profesionales. Por ejemplo, en medio de un juicio proteccional, dos profesionales de un DAM de la institución que más programas similares tiene en Santiago reconocieron no estar muy familiarizadas con estas orientaciones. No estaban capacitadas en los instrumentos a aplicar y una incluso desconocía los nombres de instrumentos que debía aplicar según la norma técnica.
Otro ejemplo es con la importante noción de competencias parentales. Un estudio mostró que “las duplas psicosociales no tienen una formación específica para la medición de la inhabilidad parental, por lo tanto, para encontrar su definición recurren a los procedimientos clásicos de la evaluación psicológica y social”.
Con el reconocido déficit en capacitación, el uso del diagnóstico en esta categoría, que no cuenta con definición legal ni un cuerpo de estudios empíricos que soporten su uso y confiabilidad, el escrutinio se termina configurando desde la subjetividad del evaluador. Así, emergen estándares que nadie podría cumplir (asistir a todas las visitas, a todas las sesiones, entre otros) y que sólo respecto de aquellas familias multiproblemáticas peritadas aparecerá como la causal que justifica el quitar de su cuidado un niño. De esta froma, la noción de competencias parentales es objeto de un abuso en el tráfico de informes y no logra ser sometido a estándares de validación o control ni de homogeneización de los criterios que la hagan útil.

En tercer lugar, y vinculado con lo anterior, el sistema diagnóstico supone que sus operadores empleen un conjunto de herramientas de diagnóstico que resulten justificadas desde una pregunta pericial que deben responder y la realidad de los sujetos peritados. En vez de eso, lo que tenemos es el empleo más o menos arbitrario de un conjunto de instrumentos elegidos según las capacidades del evaluador. ¿Por qué se usan esos y no otros? ¿Por qué usar instrumentos no validados en Chile y algunos ni siquiera en Latinoamérica? ¿Qué cuidados se debe tener al usar esos instrumentos?
En cuarto lugar, la utilización de los informes de los DAM en la justicia de familia resulta inexpugnable dada la práctica judicial de eximir a los autores de asistir a audiencia de juicio. Esta práctica tendría su origen en el colapso de un sistema sobrecargado y con demora en la entrega de informes. Como una forma de atenuar esos gravámenes, los jueces les permiten sólo enviar los informes escritos. El problema es que al hacer esto se impide que el autor sea contra examinado y así evaluada su acreditación e idoneidad.
Finalmente, existe un brusco desencuentro entre el cliente institucional y los prestadores. SENAME, por sí y ante sí, sin ninguna evidencia empírica que sustente que esta decisión aparezca en la norma técnica, define que para la justicia de familia realizará dos tipos de informes: “Informe de las condiciones de protección del niño(a) o adolescente” e “Informe de ejercicio de la parentalidad”. ¿Son esos los únicos informes necesarios hoy? Es evidente, para todo operador del sistema, que no.”

Aquí es posible acceder al Estudio del poder Judicial.

Y aquí va link al reportaje




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