Bélgica se convertirá hoy en el primer país del
mundo que recoge en su legislación la eutanasia a menores sin requisito de
edad.
La Cámara de Representantes votará hoy un proyecto que modifica la Ley de Eutanasia de 28 de mayo de 2002, y
que permitirá que los niños con enfermedades incurables podrán acogerse a ese derecho, siempre que cumplan unos requisitos estrictos. El principal consiste en demostrar capacidad de discernimiento, un concepto controvertido por la dificultad para evaluarlo.
Dejo aquí el texto del proyecto de ley (que me costó una enormidad conseguirlo al no saber francés ni belga).
La Cámara de Representantes votará hoy un proyecto que modifica la Ley de Eutanasia de 28 de mayo de 2002, y
que permitirá que los niños con enfermedades incurables podrán acogerse a ese derecho, siempre que cumplan unos requisitos estrictos. El principal consiste en demostrar capacidad de discernimiento, un concepto controvertido por la dificultad para evaluarlo.
Dejo aquí el texto del proyecto de ley (que me costó una enormidad conseguirlo al no saber francés ni belga).
“Nuestra
responsabilidad es permitir a todo el mundo vivir y morir con dignidad”,
resumió ayer en la Cámara baja la diputada socialista francófona Karen Lalieux,
cuyo partido ha promovido este cambio legal. La eutanasia, que Bélgica
contempla desde 2002, se extiende ahora a los más jóvenes con unas garantías
adicionales respecto a los adultos. Solo podrán solicitarlo los menores
aquejados de una enfermedad terminal que les reporte un sufrimiento imposible
de paliar. Deberá solicitarlo por escrito el propio afectado, pero no podrá
someterse a la eutanasia sin consentimiento de sus representantes legales.
El paso por el Congreso de los Diputados ha
supuesto unos cambios mínimos respecto al proyecto que aprobó el Senado, que en
Bélgica es la cámara con iniciativa legislativa. El sufrimiento del menor solo
podrá ser físico —la eutanasia para adultos contempla también el psíquico— y
los médicos deberán acreditar que, en cualquier caso, el enfermo moriría a
corto plazo. “El número de criterios que hay que cumplir constituye una
seguridad suficiente para evitar los abusos”, argumentó en la Cámara el
diputado liberal Daniel Bacquelaine.
Holanda era, hasta el
momento, el único país que incluía a los menores en la práctica de la
eutanasia, con un requisito de edad fijado en una horquilla entre 12 y 18 años,
según el caso. Bélgica ha ido un paso más allá al optar por evaluar la madurez
mental del menor en lugar de establecer una edad de referencia. Esa decisión,
fuertemente contestada por los detractores, ha avivado un debate de por sí
complejo. “Un niño de siete años, ¿es verdaderamente autónomo? ¿Quién es
responsable de un menor?”, se preguntaba la diputada Sonja Becg, del grupo cristianodemócrata
flamenco.
Para resolver el dilema, el texto final establece
que será el médico encargado del caso quien evalúe si el menor es capaz de
adoptar la decisión, pero tendrá que consultar previamente a un psiquiatra
infantil. En la actualidad, Bélgica ya prevé el derecho a la eutanasia a partir
de los 15 años para jóvenes emancipados.
El derecho a morir concita una gran adhesión en
Bélgica, incluso en casos tan delicados como los de menores. Un 74% de la
población está a favor de concederles esta posibilidad, según una encuesta
publicada hace unos meses por el diario La Libre Belgique. El debate
ha suscitado tal interés que las comparecencias de expertos que hubo en el
Senado fueron televisadas. Ese apoyo popular se refleja en el amplio espectro
de fuerzas políticas que votarán hoy a favor: socialistas, liberales y verdes
de las regiones flamenca y valona del país, así como los nacionalistas
flamencos (conservadores) de la N-VA, el partido más votado en Bélgica.
“Esperamos que la ley se aplique poco, pero es nuestro deber votarla”,
argumentó Sarah Smeyers, de la N-VA.
Los detractores de la medida (democratacristianos
flamencos y valones y extrema derecha flamenca) argumentan que es prematura y
que no goza de suficiente consenso. “Lo hemos visto: los médicos nos
interpelan. No hay urgencia para aprobar esta ley, solo la electoral”, expuso
Christian Brotcorne, cristianodemócrata francófono de la CdH, que ha pedido una
nueva redacción del texto. Los trabajos se han acelerado en las últimas semanas
porque Bélgica disolverá en breve las Cortes para celebrar elecciones
regionales y federales el 25 de mayo.
Al hablar de esa interpelación de los médicos, el
diputado se refería a una carta abierta que han enviado en los últimos días 39
pediatras belgas para pedir a los diputados que no voten la ley. “No hay una
demanda de la población o de la comunidad médica para extender la eutanasia a
los menores”, alegó el martes en conferencia de prensa uno de sus impulsores,
el oncólogo infantil Stefaan Van Gool. Pese a este intento de última hora para
frenar la ley, la mayor parte de la profesión se ha manifestado hasta ahora a
favor del cambio legal.
La iniciativa belga
para regular la eutanasia infantil no deriva tanto de la cantidad de casos que
se producen como de las dificultades que encuentran los facultativos para tomar
decisiones en estos supuestos terminales sin vulnerar la ley. Uno de los
estudios presentados en las comparecencias que organizó el Senado revelaba que
en un 40% de las muertes de menores con enfermedades incurables, los doctores
decidieron interrumpir el tratamiento que mantenía al menor con vida.
Más allá de los menores, sobre los que no existen datos oficiales, Bélgica registra cada año alrededor de 1.000 casos de eutanasia, aproximadamente el 1% del total de muertes. Los casos han aumentado con rapidez en los últimos años.
Más allá de los menores, sobre los que no existen datos oficiales, Bélgica registra cada año alrededor de 1.000 casos de eutanasia, aproximadamente el 1% del total de muertes. Los casos han aumentado con rapidez en los últimos años.
Fuente: El País (España)
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