Carta al
Director. 2 de enero 2013.
Sobre
proyecto que reforma cuidado de hijos
Jean
Carbonnier, el civilista francés más relevante de los últimos 50 años, acuñó la
frase: “A cada familia su derecho.” El estado actual del proyecto de ley
que reforma el cuidado personal de los hijos no está a la altura de las
familias chilenas actuales. Tiene razón Andrea Barros, abogada de SERNAM, en
que contiene normas valiosas pero dos errores que persisten, arriesgan echar por
la borda el esfuerzo de meses de discusión.
El primer
error es que, en caso de separación, la madre es quien mantiene el cuidado de
los hijos. Es una deficiente técnica legislativa añadirle “sólo mientras no
exista acuerdo” porque esa atribución legal, justamente, es la que
desincentivará los acuerdos. Si sé que sin acuerdo yo mantengo el cuidado
personal de mis hijos, ¿cuál es el incentivo legal para llegar a un acuerdo?
Las parejas que llegan a acuerdo sin que se entrometa el sistema judicial no
son el objetivo de esta ley. Lo son aquellas que no logran ponerse de acuerdo.
Y a esas parejas este proyecto les dice: la madre queda a cargo de los
hijos.
Y el
segundo grave error del proyecto, es que no permite al juez ordenar el cuidado
personal compartido de los hijos. El argumento de que la experiencia
internacional ha mostrado que este régimen para funcionar requiere un mínimo de
acuerdos de los padres es correcto. Pero de ahí no se sigue el impedirle al
tribunal conseguir ese acuerdo. Quienes así opinan parecen ignorar que día a
día son miles los acuerdos y conciliaciones que se consiguen en los juzgados de
familia, en especial, por parte de los consejeros(as) técnicos(as).
El
proyecto está concluyendo su tramitación en el senado. Aún es posible que en sala
se repongan las indicaciones presentadas por el senador Patricio Walker que
permitirían a este proyecto realmente ser un vigoroso aporte a los derechos de
los niños con padres separados.
Francisco
Estrada Vásquez
Director
Carrera de Derecho (Santiago), Universidad Autónoma de Chile