viernes, 20 de junio de 2008

Transformaciones de la familia chilena, ICSO UDP



Esta investigaciòn es de autorìa de la destacada sociòloga Paula Barros y puede descargarse desde el sitio del ICSO de la UDP, haciendo clik en la imagen.

Hace 15 años, en Chile resultaba polémico hablar de "nuevas formas de familia". Dar categoría de familia a núcleos monoparentales o a parejas de convivientes aún no era muy aceptado. Todavía se discutía mucho el divorcio, y la homosexualidad era parte de historias que se mantenían casi siempre ocultas. Hoy, la visión ha cambiado. Al menos es lo que refleja una encuesta nacional realizada por el Instituto de Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales, que tomó un universo de mayores de 18 años residentes en 86 comunas entre la I y la X Región (y que representa el 85 por ciento de la población urbana y el 70 por ciento de la del país). "Lo que revela la encuesta es que esta realidad, asentada en las estadísticas y que grafica el último censo, hoy está asimilada por los chilenos. Ya no la enfrentan ni con miedo, ni con distancia. El temor se diluye y surge la aceptación, porque los cambios ya son parte de la vida cotidiana de todos nosotros. Ya no estamos hablando de cosas que les pasan a 'otras familias'...", explica Paula Barros, doctora en sociológa de la Universidad Católica de Milán, y actual directora de la escuela de sociología de la UDP.

"El estudio muestra que hay una ruptura de ciertos mitos; como que los niños que viven sólo con la madre sufren, o que una pareja sin hijos no es familia, o que una pareja separada no puede criar tan bien a sus hijos como una que está junta. La encuesta concluye que los desempeños de la paternidad y la maternidad no están necesariamente ligados a la existencia del vínculo matrimonial", explica.

Para Paula Barros otro mito interesante que cae es el de la convivencia como espacio no aceptado. "Antes se consideraba que el que convivía negaba la opción de familia, hoy la convivencia es vista como una alternativa más para conformarla". Lo mismo pasa con las parejas sin hijos.

Otra de las principales conclusiones del estudio es que ya no existen modelos fijos a los cuales apelar, sino que cada uno construye su familia de acuerdo a sus propias motivaciones y estilo de vida. "La aspiración va hacia el desarrollo personal, y es así donde encaja la familia como una faceta más de este desarrollo, no como un fin en sí mismo. Si esto lo situamos en un escenario donde los modelos se han diversificado mucho, tenemos que el construir familia se transforma en un desafío cotidiano, frenta al cual no hay respuestas únicas".

La gran pregunta para Paula Barros es qué vamos a entender como familia en un tiempo más. "La foto de la familia mamá, papá, niño está quedando atrás y eso genera nuevos retos incluso para las políticas públicas", explica.

Pero estos cambios también generan incertidumbre, "porque la familia es un proyecto que se construye en base a ensayo-error y ya no hay una sola manera". Es esa incerteza la que lleva a juzgar menos, agrega, e influye en el mayor nivel de tolerancia.

Esto queda demostrado en la aceptación significativa que los encuestados muestran frente a la homosexualidad, cuando está en el ámbito de la pareja. Sin embargo, al entrar al ámbito de los hijos, las cifras demuestran que sigue siendo un tema más polémico.

En el tema del aborto, la encuesta revela opiniones divididas. "Pero lo interesante es que se presenta una mayor aceptación en grupos aparentemente más tradicionales, como las mujeres, sobre todo las que tiene hijos", señala la socióloga. "En general, llama la atención el comportamiento de la mujer en la encuesta. Aparece más liberal que el hombre en varios temas, respuesta que puede tener origen en el pragmatismo, ya que ellas mismas muchas veces se ven enfrentadas a la necesidad de inventar nuevas formas de hacer familia. Es así como para ellas es menos conflictivo el divorcio, por ejemplo. El mayor acceso al mundo del trabajo de las mujeres genera también muchos cambios, y gran parte de éstos tienen que ver con el acceso al dinero y por tanto su transformación en proveedoras. "A largo plazo, ello significa mayor demanda de las mujeres por igualdad de roles dentro del hogar", explica Barros.

Finalmente, la socióloga especifica que pese a que se transforme y cambie, y a que hoy se validen nuevas formas de convivencia, la familia sigue siendo muy importante. De hecho, en el informe del PNUD, el 69 por ciento de los chilenos siente que lo que mejor los define es su familia e hijos.

domingo, 15 de junio de 2008

Corte de Apelaciones de La Serena afirma que convivientes homosexuales constituyen familia para efectos de aplicación de violencia intrafamiliar

El presidente del Movilh, Rolando Jiménez, expresó ayer al fiscal adjunto (S) de Combarbalá, Cristian Alfonso Durruty, su reconocimiento por la exitosa defensa legal que dirigió a favor de una persona gay y su hijo con retardo mental, quienes tras sufrir violencia intrafamiliar en el seno de una unión homosexual marcaron un precedente histórico para las minorías sexuales en la Corte de Apelaciones de La Serena.
En un contacto telefónico, el presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) explicó a Alfonso Durruty que la histórica condena de 41 días de presidio nocturno ratificada por la Corte en contra del responsable de los atropellos (Honorino Muñoz Tapia, de 24 años) “es un precedente que sin duda nos servirá para la lucha legal que estamos dando en torno a Ley Antidiscriminatoria y el Pacto de Unión Civil (PUC), pues se reconoció a la unión entre personas del mismo sexo como una familia”.
El agradecimiento fue bien recibido por el fiscal, para quien también uno de los aspectos más relevantes del caso es que se “reconoció a la pareja homosexual como convivientes y, por ende, amparados por la ley de violencia intrafamiliar”
Jiménez anunció que la histórica sentencia, se suma a otra que también reconoció a una pareja lésbica en Arica. Por ello, agregó, “estamos evaluando incluir en el Pacto de Unión Civil un nuevo artículo que haga expresa referencia a la Ley de Violencia Intrafamiliar. Ello lo habíamos pensado, pero luego lo desechamos por razones de fuerza mayor. En todo caso, corresponderá a los abogados redactores del PUC tomar la última palabra”.
EL HISTORICO FALLO
Por dos votos a favor y uno en contra, la Corte de Apelaciones de La Serena ratificó el pasado 8 de enero la dos condenas de 41 días de prisión contra Honorino Muñoz Tapia que fueron dictadas por la Jueza de Garantía de Combarbalá, Ana Verónica Naranjo Bischof, en noviembre del 2006.
El sujeto fue acusado por el Ministerio Público de agredir a su pareja homosexual y el hijo de éste, un joven con retardo mental, por lo que se pidió aplicar la pena en función de los artículos 5 y 14 de la Ley de Violencia Intrafamiliar.
En su fallo, la Corte concordó con la jueza Naranjo Bichof en torno a que “el concepto de conviviente incluye en forma extensiva a aquel unido a otro en una relación de convivencia homosexual, a quien se considera además como integrante del grupo familiar”.
Al respecto Movilh expresó su “más completa satisfacción, felicidad, emoción y entusiasmo” por la ratificación de la condena. “Hechos de este tipo marcan, sin duda, un antes y un después en la historia de todas las minorías sexuales del país que históricamente han visto vulnerados sus derechos”, dijo la organización.
La activista lesbiana del Movilh, Sofía Velásquez, agregó que la sentencia“pone en el tapete sin duda los derechos de las parejas homosexuales y visibiliza una cruda realidad que, al igual que en el mundo heterosexual, se aprecia en toda familia: la violencia”.
“Al mismo tiempo, y quizás más emblemático, esta condena significa claramente un reconocimiento de que las parejas homosexuales constituyen familia, una familia que merece los mismos resguardos que cualquier grupo social de la población”, sostuvo el Movilh.
A juicio de la organización, muchos de estos actos, que han sido en más de una oportunidad denunciados al Movilh, “ven por fin una luz de esperanza en un sistema de justicia que históricamente ha rechazado reconocer a las parejas homosexuales, y con ello la violencia que pueda darse al interior de las familias.”
El Movilh recordó, por último que este es el segundo caso legal donde la justicia reconoce a una pareja homosexual. El primero data del 2 de septiembre del 2003, cuando la Corte de Apelaciones de Arica rebajó de tres años a 541 días de cárcel la pena a una mujer lesbiana que encubrió el homicidio de su pareja por considerar que este tipo de relación no puede ser “discriminada”.
De esa manera, la justicia brindó el mismo beneficio que se otorga a los cómplices pertenecientes a matrimonios heterosexuales, quienes pueden pedir la rebaja de su mano argumentando lazos amorosos y afectivos.